Un vaso de leche con cacao para empezar el día con energía, una chocolatina como snack para tomar un descanso o unos bombones para celebrar una buena noticia. El chocolate ya tiene un hueco especial en nuestra vida. Por ello, un 13 de septiembre más celebramos el Día Mundial del Chocolate. Pero… ¿sabemos de dónde viene?
Cacao de Comercio Justo
La producción mundial de cacao, principal materia prima del chocolate, se ha duplicado en los últimos treinta años y un 74% proviene de cuatro países de África Occidental: Costa de Marfil, Ghana, Camerún y Nigeria, según el Barómetro del Cacao 2020. También países como Ecuador, Perú, Brasil, Indonesia o República Dominicana tienen un peso importante en cuanto a su producción.
No cabe duda de que a la mayoría de las personas les encanta el sabor del cacao, pero seguramente no les gusten tanto las condiciones que soportan muchas de las personas que lo cultivan. Pese a su posición como fuente de un producto muy cotizado, tal como constata el barómetro mencionado, las comunidades productoras de cacao siguen luchando contra los efectos de la pobreza, el trabajo infantil y la deforestación. En este sentido, desde Fairtrade Ibérica, representante en España del sello líder mundial que certifica productos de Comercio Justo, llevamos casi tres décadas trabajando para garantizar unas condiciones de vida justas a quienes cultivan el cacao que tanto nos gusta.
Las comunidades productoras de cacao siguen luchando contra los efectos de la pobreza, el trabajo infantil y la deforestación
De esta manera, las organizaciones de productores con las que trabajamos son cooperativas gestionadas democráticamente y la certificación Fairtrade les garantiza unas condiciones de Comercio Justo que les permiten tener más peso en las relaciones comerciales, salir de la pobreza y hacerse cargo de su propio futuro. En concreto, en estas organizaciones las personas trabajadoras disponen de mejores espacios físicos, horas extras pagadas, descansos adecuados, cursos de formación, protección a la salud y seguridad, así como mecanismos de negociación y representación para la toma de decisiones democrática.
Así, ya son más de 370 las cooperativas, conformadas por más de 440.000 productores en 22 países de África, América Latina y Asia, que han elegido el sistema Fairtrade para certificar su cacao. Del mismo modo, trabajamos con actores clave de la industria para facilitarles cacao producido de manera sostenible y son cada vez más las marcas comprometidas y sostenibles como las españolas Chocolates Solé, Alternativa 3 o Chocolates Isabel, y las internacionales Oxfam Intermón, Tony’s Chocolonely, Fin Carré, Way to go o JD Gross entre muchas otras, que apuestan por esta certificación. El sello Fairtrade es el distintivo que permite a las empresas comunicar a sus consumidores que el cacao de sus productos cumple con unos estrictos criterios sociales, económicos y ambientales.
Un modelo de precios justo que respeta los derechos humanos
A los productores de cacao certificado Fairtrade se les paga un Precio Mínimo Fairtrade que actúa como una red de seguridad para hacer frente a los continuos cambios del mercado. Las organizaciones de productores reciben, además, una Prima Fairtrade, esto es, una cantidad adicional de dinero que se paga por encima del precio mínimo acordado y que ellos deciden democráticamente invertir en proyectos destinados a mejoras en sus negocios y comunidades. El cacao se ha consolidado como el producto sostenible certificado Fairtrade preferido por los españoles, por lo que es el artículo que más aporta a esta prima.
El modelo de precios de Fairtrade se fundamenta en el derecho humano universal a una remuneración justa y favorable que garantice una existencia digna
En este sentido, el modelo de precios de Fairtrade se fundamenta en el derecho humano universal a una remuneración justa y favorable que garantice una existencia digna. Este sistema se basa en el precio de referencia de los ingresos vitales y se fundamenta en parámetros clave como el coste de un nivel de vida digno como punto de referencia de la renta vital, el rendimiento sostenible como referencia de productividad, el tamaño viable de la explotación para emplear plenamente la mano de obra disponible en el hogar y el coste de la producción sostenible para alcanzar los rendimientos mencionados.
Un cacao que prohíbe la explotación infantil
El Día Mundial del Chocolate coincide con el nacimiento de Roald Dahl, el escritor de Charlie y la fábrica de chocolate, una de las grandes novelas infantiles que ha hecho volar nuestra imaginación. Y es que el chocolate es uno de los dulces preferidos de muchos niños y niñas que, tristemente, tiene detrás el trabajo de otros niños que ni siquiera saben cuál es su sabor. Como revela un informe de la Universidad de Chicago realizado en 2020, más de 1,5 millones de niños trabajan en la producción de cacao en Costa de Marfil y en Ghana, y el 95% está expuesto a las peores formas de trabajo infantil, como lo es trabajar con herramientas peligrosas o plaguicidas nocivos.
Las comunidades productoras de cacao son quienes más sufren las consecuencias de la crisis climática
La falta de acceso a una educación de calidad, la discriminación, los conflictos y las catástrofes naturales son algunas causas, pero la pobreza sigue siendo la principal. En Fairtrade luchamos contra la explotación infantil en toda la cadena de suministro. Trabajamos junto con las empresas en sus cadenas de aprovisionamiento para garantizar a productores y sus familias unos medios de vida justos. Asimismo, Fairtade prohíbe el trabajo infantil tal como es definido en los convenios de la OIT y garantiza que, si encuentra infracciones, toma medidas inmediatas para proteger a las y los niños afectados. Además de las normas y auditorías, también colaboramos con organismos y organizaciones de protección de la infancia para garantizar su recuperación segura y su bienestar a largo plazo.
Apostar por unas prácticas de cultivo más sostenibles
Las comunidades productoras de cacao son quienes más sufren las consecuencias de la crisis climática. La solución empieza por poner fin a la injusticia comercial con un modelo justo que opte por el aprovechamiento de los recursos frente a su explotación. En este sentido, impulsamos prácticas sostenibles para proteger la biodiversidad prohibiendo, entre otras acciones, la tala de árboles en zonas protegidas o el uso de pesticidas químicos. Del mismo modo, gran parte de las organizaciones de productores certificadas utilizan la Prima Fairtrade para adaptarse al cambio climático. Además, incentivamos la producción ecológica con un Precio Mínimo más alto.
La certificación Fairtrade es más que una simple etiqueta, es el instrumento que impulsa un modelo de Comercio Justo
En la misma línea, la digitalización es una herramienta clave que garantiza la transparencia y trazabilidad necesarias para lograr unas cadenas de suministro más justas. Así, recientemente Fairtrade ha ampliado su asociación con Farmforce para implementar un sistema inteligente de gestión de ‘datos justos’ y trazabilidad de ‘primera milla’ en cooperativas de cacao en Costa de Marfil. Los datos recopilados les permiten evaluar riesgos como la deforestación y el trabajo infantil en sus comunidades, así como a mejorar sus operaciones comerciales, lo que les ayuda a mantener y aumentar su acceso al mercado.
Sabemos que hay otra manera de hacer las cosas y ponemos nuestro granito de arena para transformar el negocio del cacao. La certificación Fairtrade es más que una simple etiqueta, es el instrumento que impulsa un modelo de Comercio Justo con productos de calidad que marcan la diferencia en la vida de las personas. Si queremos que no nos falte el chocolate en el futuro, no podemos separar los problemas medioambientales de los sociales y económicos, necesitamos una cadena de valor más justa y sostenible, que garantice a las personas cultivadoras de cacao unos ingresos dignos mientras protegen su entorno para las generaciones futuras. Trabajamos para que el chocolate no tenga un sabor amargo.