El cacao se ha consolidado ya como el producto sostenible Fairtrade, sello líder mundial que certifica productos de Comercio Justo, preferido por los españoles. Y es que el crecimiento acumulado de este producto ha experimentado un incremento del 600% en los últimos 5 años y su consumo representa unos 2 euros de media por habitante en España. Con un valor de más de 94 millones de euros en 2021, supone ya más del 60% de las ventas de los artículos certificados por Fairtrade en nuestro país. Así, el volumen de este producto ‘estrella’ alcanzó las cerca de 20.000 toneladas, con 63 marcas y 897 referencias presentes durante el año pasado.
Con motivo de ‘Día Mundial del Cacao’, que se celebra este jueves, 7 de julio, el director de Fairtrade Ibérica, representante en España de Fairtrade, Álvaro Goicoechea, destaca la apuesta de los consumidores por los productos de Comercio Justo en un año marcado por el retroceso en el consumo de los hogares: “El cacao es, precisamente, el producto que lidera la apuesta cada vez más firme por los productos éticos. Los productores de cacao suelen tener dificultades para ganarse la vida pese a su posición como fuente de un producto altamente cotizado. En Fairtrade trabajamos para garantizar unas condiciones de vida justas a quienes cultivan el cacao, la principal materia prima del chocolate, uno de los dulces preferidos en todo el mundo”.
En el sector del cacao, las organizaciones de productores con las que trabaja Fairtrade son cooperativas gestionadas democráticamente que representan la voz de los productores. La certificación Fairtrade les garantiza unas condiciones de Comercio Justo que les permiten tener más peso en las relaciones comerciales, salir de la pobreza y hacerse cargo de su propio futuro. En concreto, el sistema Fairtrade ya trabaja con más de 370 cooperativas certificadas que están conformadas por más de 440.000 productores en 22 países de África, América Latina y Asia.
En este sentido, Fairtrade es el único sistema de certificación que establece un precio mínimo obligatorio. El Precio Mínimo Fairtrade actúa como una red de seguridad en momentos de precios bajos y permite una planificación a largo plazo. “A los productores de cacao Fairtrade se les paga un Precio Mínimo Fairtrade que funciona como una salvaguardia cuando los precios del mercado caen. El precio mínimo Fairtrade es de 2,400 $ por tonelada. Si el precio de mercado cae por debajo de este precio, los productores que tienen un contrato de cacao certificado Fairtrade reciben este precio mínimo garantizado. Además, la producción ecológica se incentiva con un Precio Mínimo más alto”, detalla Goicoechea.
Del mismo modo, en 2021, gracias al consumo de productos certificados con sello Fairtrade en España y Portugal, los productores han recibido una ayuda directa de 1.400.339 euros correspondiente a la Prima Fairtrade, una cantidad adicional de dinero que se paga por encima del precio mínimo acordado y que invierten en los proyectos que ellos deciden democráticamente, destinados a mejoras en sus negocios y comunidades. El cacao, según indica Goicoechea, es el producto que más aporta a la Prima Fairtrade, que se paga automáticamente además del precio mínimo o el precio de mercado (si es superior al precio mínimo) y representa una suma de 240 $ por tonelada.
En 2020 se pagó un importe total de 37 millones de euros en concepto de bonificación Fairtrade. Muchos agricultores la utilizan, por ejemplo, para reemplazar árboles viejos e invertir en mejores instalaciones para la recolección, el almacenamiento y el transporte de cultivos, o el procesamiento. En concreto, aproximadamente la mitad de la Prima Fairtrade se invierte en gastos en beneficio de los agricultores de la cooperativa (fertilizantes, materiales, primas en efectivo, etc.). Asimismo, el 40% de esta prima se utiliza para fortalecer la propia cooperativa (inversiones en productividad e infraestructura, gastos de organización, etc.) y un 10% se invierte en infraestructura y otros gastos (educación, instalaciones médicas...) para la comunidad.
En esta línea, el director de Fairtrade Ibérica destaca que esta buena evolución muestra el camino a seguir: “Los datos evidencian que el impacto de Fairtrade en la vida de las personas y el planeta es real y medible, y que debemos avanzar en esta línea. Todavía hay muchos agricultores de cacao que viven en la pobreza extrema, con las consecuencias que esto tiene como, por ejemplo, trabajos forzosos o explotación infantil, mientras el resto de la cadena de valor se lucra. Hay productores de cacao que nunca han probado el chocolate. En Fairtrade trabajamos para acabar con esta distancia entre productores de cacao y consumidores de chocolate”.
Uno de los ejemplos más destacados es el caso de los productores de cacao de Comercio Justo certificados por Fairtrade en Costa de Marfil, el principal productor y exportador de cacao del mundo, quienes han aumentado sus ingresos en un 85% durante los últimos 5 años, según un estudio de comparación sobre productores y cooperativas en 2020 y 2021 realizado por el Impact Institute para Fairtrade para medir las mejoras y los cambios, incluido el tamaño del hogar, el rendimiento del cacao y la diversificación de cultivos, que se han producido desde 2016/2017. Así, el ingreso familiar anual promedio de estos productores pasó de los 2,670 $ USD a los 4,937 $ USD en 2020/2021.
Además, el estudio expone que el 61% de los hogares de los hogares de productores costamarfileños de cacao certificado Fairtrade ha salido de la pobreza extrema y que el 15% obtiene unos ingresos para vivir dignamente. Asimismo, el análisis señala el aumento del Precio Mínimo y la Prima Fairtrade en un 20% para el cacao convencional a partir de octubre de 2019 y destaca que, si los productores pudieran ganar el Precio Mínimo de Comercio Justo Fairtrade en todos los volúmenes de cacao que vendieron a la cooperativa, aumentarían sus ingresos familiares promedio en un 9%.
Y es que el modelo de precios de Fairtrade responde al derecho humano universal a una remuneración justa y favorable que garantice una existencia digna. Para ello, se basa en el precio de referencia de los ingresos vitales y se fundamenta en parámetros clave como el coste de un nivel de vida digno como punto de referencia de la renta vital, el rendimiento sostenible como referencia de productividad, el tamaño viable de la explotación para emplear plenamente la mano de obra disponible en el hogar y el coste de la producción sostenible para alcanzar los rendimientos mencionados. En este caso, se han calculado utilizando los datos del Centro de Investigación Económica y Social de Costa de Marfil (CIRES) y se han ajustado al tamaño medio de un hogar típico de productores de cacao costamarfileños, compuesto por 5 adultos y 3 menores.
El caso de Costa de Marfil es especialmente importante, ya que alrededor del 90% del cacao que certifica Fairtrade proviene de la Red de África y Oriente Medio, estando concentrado en Costa de Marfil y Gana. “Durante los últimos 5 años, el número de productores de cacao certificados por Fairtrade prácticamente se ha duplicado y ya supera los más de 440.220. De ellos, más de 293.200 son costamarfileños. Son cada vez más los agricultores que se unen a Fairtrade y con ellos sus tierras, donde ponemos en marcha prácticas sostenibles para proteger la biodiversidad prohibiendo, entre otras acciones, la tala de árboles en zonas protegidas o el uso de pesticidas químicos”, indica Goicoechea.
Nuevas oportunidades de mercado en una cadena de valor más justa y sostenible
Recientemente, Fairtrade también ha unido fuerzas con el programa Cocoa of Excellence para impulsar la producción de cacao de calidad superior para que los productores de cacao certificados por Fairtrade tengan acceso a nuevas oportunidades de mercado y mayores ingresos. Esta alianza proporcionará a los agricultores apoyo para analizar y mejorar la calidad de su producción de cacao y, así, poder vender a las marcas que buscan sabores excepcionales. Todo ello mediante formación y asesoramiento de expertos, y la posibilidad de participar en los prestigiosos premios mundiales del cacao por excelencia, entre otras acciones.
Los Estándares Fairtrade combinan una serie de criterios económicos, medioambientales y sociales que son auditados de forma independiente como parte de esta certificación y están presentes en toda la cadena de suministro, y esta iniciativa supone, en palabras del director de Fairtrade Ibérica, “un nuevo esfuerzo para impulsar una cadena de valor más justa y sostenible, que garantice a los agricultores unos ingresos dignos mientras protegen su entorno para las generaciones futuras. Ésta es una oportunidad para que las cooperativas de cacao certificadas por Fairtrade aumenten todavía más los ingresos de sus miembros”.
Comprar productos elaborados con cacao certificado Fairtrade no es una simple elección, sino que implica contribuir a garantizar unos ingresos suficientes para productores y trabajadores agrícolas de todo el mundo, que cubran los costes y les proporcionen un nivel de vida decente a todos los miembros del hogar, incluidas una dieta nutritiva, agua limpia, vivienda digna, educación, atención médica y otras necesidades esenciales. Fairtrade lleva años trabajando para conseguir un sistema de producción justo y sostenible, pero “todavía tenemos mucho camino que recorrer y necesitamos que todos, instituciones, gobiernos, empresas y consumidores pongamos de nuestra parte. Cuando eliges el cacao y el chocolate Fairtrade, estás apoyando este impulso de cambio.”, concluye Goicoechea.
Para obtener más información, póngase en contacto con: ana@aletreo.com amparo@aletreo.com