Hay una enorme variedad de frutos secos, semillas y frutas deshuesadas certificadas Fairtrade; se pueden comer enteros o procesar a fin de obtener aceite para cocinar y cosméticos.
Abarcan desde aceitunas/olivas hasta cacahuates, anacardos/castañas de cajú, semillas de sésamo y frijoles de soja. Algunos, como las nueces de karité silvestres, son recogidos por asociaciones de recolectores. Otros, como los cocos, pueden cultivarse en pequeños establecimientos agrícolas y plantaciones.
Elegir frutos secos y aceites Fairtrade marca la diferencia
Fairtrade colabora con una gran variedad de organizaciones de productores que cosechan frutos secos, semillas y frutos oleaginosos. En esta categoría de productos participan tanto pequeñas cooperativas como trabajadores de plantaciones y algunos trabajadores por contrato. De Fiji a Nicaragua y de Benín a Pakistán, una característica en común de estos agricultores y trabajadores es que —a pesar de la creciente demanda de sus productos a escala mundial— con demasiada frecuencia tienen dificultad para ganarse la vida dignamente.
Para algunos productores, su ubicación remota plantea dificultades logísticas. Por ejemplo, las nueces de Brasil crecen de manera natural en sectores de la selva amazónica. Los recolectores tienen que recoger primero la fruta cuando cae de los árboles; luego extraen la nuez de la fruta, la secan y la clasifican, y finalmente la transportan en pequeños botes o a pie, de la selva a los puertos. Al ofrecer precios estables y una salida viable para su producto, Fairtrade contribuye a incentivar a esas comunidades remotas a proteger su territorio contra la tala y la deforestación. Por evitar el paso a las prácticas de monocultivo, como el aceite de palma, este enfoque también puede contribuir a preservar la biodiversidad.
Además, Fairtrade apoya a los productores de frutos secos y aceites mediante el acceso al crédito anticipado y los fondos adicionales de la Prima Fairtrade. Los productores han podido invertir en mejoras de calidad y en plantas de procesamiento que les permiten apropiarse de una mayor porción de los ingresos generados por sus cosechas.
También hay otros beneficios de Fairtrade para los productores.
- El Precio Mínimo Fairtrade es lo mínimo que se paga a los productores cuando venden sus productos a través de Fairtrade. El propósito de ese Precio es cubrir los costes medios de producir las mercancías de manera sostenible; además, actúa como una red de seguridad para cuando caen los precios de mercado. Los productores pueden obtener el precio de mercado cuando este es más alto y siempre tienen la posibilidad de negociar para obtener más.
- La Prima Fairtrade es una suma de dinero adicional al precio de venta que los agricultores o trabajadores invierten en proyectos de su elección. Juntos deciden cómo invertir la Prima Fairtrade para alcanzar sus objetivos, como mejorar su agricultura, sus negocios o la salud y la educación en su comunidad.
- Los Estándares Fairtrade son los requisitos que deben cumplir los productores y las empresas que les compran sus mercancías para que un producto sea certificado por Fairtrade. Los estándares garantizan términos más justos para el comercio entre agricultores y compradores; además, protegen los derechos de los trabajadores y proveen el marco para que los productores saquen adelante plantaciones y organizaciones sostenibles
Para muchos frutos secos y aceites, existe además un mercado de subproductos. Por ejemplo, los cocos no ofrecen solo el fruto o la leche, sino también agua, fibra y cáscara; los productores pueden vender todo esto y recibir una Prima Fairtrade adicional por esos productos secundarios.
Ya sea comer un tentempié, cocinar o hidratar la piel, los frutos secos y aceites son los héroes anónimos de nuestra rutina diaria. Al comprar frutos secos y aceites certificados Fairtrade, estás apoyando un medio de vida estable y sostenible para los agricultores y trabajadores que hay detrás de estos productos de múltiples aplicaciones.